Al menos cuarenta alumnos, entre jóvenes que buscan su horizonte y trabajadores del ferrocarril que quieren especializarse, comenzarán en estos días a cursar la Tecnicatura en Transporte Ferrotranviario en las modernas aulas que fueron construidas especialmente en el PASIP. Es una tecnicatura con validez nacional y fue creada después de un año de diagramarla minuciosamente entre la Dirección General de Escuelas, el conjunto de los trabajadores de ferroviarios y el mismo PASIP.

“Comenzará a dictarse en los próximos días y tendrá un ciclo básico común a las tres especialidades que tiene la carrera”, dijo Livia Sández, subsecretaria de Planificación y Calidad Educativa de la DGE.

La tecnicatura tiene dos orientaciones ya definidas y una tercera, si la demanda de alumnos así lo requiere. Cada una tendrá una duración de 3 años y quienes la cursen podrán recibirse de Técnico en Transporte Ferrotranviario con Orientación en Vehículos Tractivos y Remolcados, la segunda tiene la orientación en Vías, Obras y Señalamiento y la tercera tendrá la orientación en Logística, “aunque se analizará, una vez que todos cursen el ciclo básico común, que demanda existe entre el alumnado”, dijo Sández.

La funcionaria de la DGE indicó que ya hay al menos cuarenta aspirantes para cursar la tecnicatura, pero reconoció que la matrícula puede ser significativamente mayor, ya que es la tecnicatura ferroviaria con alcance nacional y puede haber interesados que quieran cursarla en otros puntos de la Argentina y que deseen llegar a Palmira para estudiar.

“Al ser una carrera que no cuenta con demasiados antecedentes, debimos comenzar a diseñarla desde cero y tuvimos que darle un marco específico. Para definir los perfiles profesionales se trabajó en conjunto desde la DGE con Alberto Bocanegra, instructor de taller del gremio ferroviario, y el arquitecto Mario Lingua, del PASIP. Fue una tarea que llevó casi un año”, dijo.

La Dirección General de Escuelas detalló que podrán acceder quienes tengan título secundario pero también, tal como lo estipula la Ley de Educación Superior 6970, quienes no hayan terminado ese nivel educativo pero puedan acreditar prácticas laborales afines al rubro.

Esto permite que no solo los jóvenes puedan construir su futuro a través de la actividad   ferroviaria, ahora resurgida e impulsada con la recuperación de los ferrocarriles argentinos, sino que también le permitirá a los trabajadores de la actividad, especializarse, capacitarse y progresar en su vida laboral.

“Hay que destacar que la carrera tendrá una parte teórica, pero también una intensa actividad práctica y de campo”, dijo Sández. Esto hará mucho más atractiva la carrera y también permitirá una inmediata inserción laboral de los egresados.

La tecnicatura otorga un título de validez nacional, ya que el programa de estudios está aprobado por el Instituto Nacional de Educación Técnica y quienes egresen en Palmira podrán trabajar en cualquier punto del país, tanto dentro del Estado como en empresas privadas.

Desde el mantenimiento de los ferrocarriles, hasta la fabricación de nuevas formaciones y nuevos tendidos, pasando por el desarrollo logístico de la actividad, los egresados tienen un amplio abanico en donde ejercer su profesión.

Esta oferta de nivel superior se confirmó tras el acuerdo que rubricaron tiempo atrás el gobernador de Mendoza, Francisco Pérez y el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo. “No hay un presupuesto definido, pero cuando este tipo de carreras lleva un año, la Nación aporta el equipamiento y la tecnología necesaria para la formación de técnicos”, dijo la subsecretaria de Planificación Educativa.

Que la sede de la tecnicatura sea en el PASIP, y especialmente en Palmira, tiene un significado histórico trascendente. Los funcionarios explicaron que la decisión surgió de un anhelo por reivindicar a una población vinculada al resto del país a través de los trenes, pero que quedó aislada del mapa nacional con la privatización del ferrocarril San Martín en 1993, que produjo allí uno de los índices más elevados de desocupación. Hoy la realidad es distinta.